NáufragosClara Sánchez14 ene 20202 Min. de lecturaLuz Elena Arismendi y Pedro Restrepofueron dos barquitosflotando en las aguas tibiasmansas tiernas dulces de la inocencia fueron dos hermanosdos niñosvenciendo el pasadola crueldad que no se explicafueron dos barquitos que no merecían hundirsese los llevaron las olasde la tiranía la cobardía del mundodolores que no eran suyosno tenían por qué serlofueron los niños héroes que nunca pidieron sersoportando castigos que no eran para ellosabrazándose hasta la eternidad hasta la muertearrastrados por una corrientede crímenes que no comprendíanpagando por todos los olvidosde esta tierra amnésicade pie en la isla de la impunidadla familia rotasobreviviendoen medio del mar bravolas aguas turbias que hundierona sus barquitos de papelsobreviviendo a tantos años de destapar pistas absurdas regresando a los lugarespor los que solían andartantos años de atar cabos que se enredan buscando la punta del hiloel comienzoque acaba siendo el finaltantos años de unir con líneas los puntosy no encontrar sus siluetasen los periódicos tantos años de ser esa familia que vivecon el corazón naufragandolatiendo enterrado en alguna partesoñando encontrarlos, al fin al fondo de la lagunasus nombres son la palabra que falta en el crucigramaque nadie se atreve a completarsus nombres están escritoscon la tinta permanentede lo imborrablelo imperdonablelo invencibleasí como está escritala lucha que ya han vencidoresistiendo al tiempoal olvidoen una espera que ya les dobla la edady sus cuerpossus cuerpos sonla verdad que nos quedala esperanza inertede todo lo que nos debenno creo en la eternidadpero creo en la bandera blancaondeándose en la plazaen los brazos de un padreque no sabe lo que es rendirseen el grito inmortal de una madreque gime por sus cachorroscomo un animal heridopreguntando en cada esquinapor qué tardan tanto en volverpor qué no van a volver deseando traerlos de vuelta ponerles su mano en la frentelibrarlos de la fiebrela pesadillacurarles las heridasy dejar caer sobre sus ojos las últimas lágrimas creo en su mirada valienteenfrentándose sin miedo a los monstruos sin caratodos buscamos lo mismoen sitios distintosbuscamos a los niños que perdimosla ilusión que nos quitaronde un balazo y para siemprelos niños volvieron a nacernacieron al morircon su madre esperando el milagrola verdadsus rostrosmirándonos de frentea los ojos, a la carano se van a olvidarojalá este pueblo recuerde sus caraslas recuerde tan biencomo esa familia recuerdael sabor de la pérdida los alias de los asesinos ellos, en cambiono tienen rostroesconden las armasy las manos del delitocomo jugando al floróncon los cuerpos que desaparecieron bajo unas cuantas palas de silencio caminan arrastrando pisoteando su rastroa cada pasoamaestrados para no sentir nadanada más que poderles enseñaron a desfigurar un rostroa borrarlo a golpes pero nunca a dar la caratodos los inocentescompartimos asesinosque no temen ser juzgadosporque ellos son los juecesentre ellos se entierran con honoresen mausoleos libres de culpaabrillantados con las lágrimasel sudor de todosy piden descansaren la paz que nos robaronque no descansen, noque vivan para siempreen la fosa común de los infamesmientras seguimos aquíescarbando en la memoriadesenterrando los cuerpos de todos los que nos faltan
colección#microbandalismo 44 colecciono frasquitos de medicamento. alguien a quien amo tiene un dolor. se nos desbordó el río, y mientras ella...
exilio#microbandalismo 43 cuando haya resuelto el laberinto fingiré que no desandaré la ruta acariciando las paredes besando puertas cerradas...
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